Soy un gato, no pretendo ser león
Porque mi alma es gato pero puedo actuar como león.
Si pretendéis ser lo que no sois no viviréis vuestra vida, viviréis la de otro, la de un león, y entonces no podréis disfrutar de lo que verdaderamente sois, de ser un gato.
Si vivís como leones no se podrán acercar a vosotros aquellos que vivan como gatos, si no aquellos que viven como leones, por lo tanto tampoco podrás disfrutar a tu alrededor de un ambiente gatuno sano.
Cuando un gato vive como un león pueden pasarle dos cosas:
Se queda fuera de la manada o se hace el rey del grupo. Pero se hace el rey porque los que viven como gatos temen al león, porque es su depredador.
Y aunque sea el jefe del grupo acabará sintiéndose solo, porque los gatos no confían en los leones porque se te pueden “comer”.