-Aunque quiera correr no puedo – me dijo el elefante
-¿Y por qué no?
-Porque estoy conectado con la madre naturaleza.
Si me dejo guiar por sus latidos, por su ritmo, no puedo correr. Es como cuando vosotros os dejáis guiar por vuestro corazón, no podéis hacer las cosas corriendo.
Cuando conocéis el ritmo de la Madre tierra el tiempo ya no tiene el mismo sentido.
Prueba a echarte larga en la tierra y siente el latido de nuestra Madre.
En ese latido puedes sentir muchas cosas y no existe el tiempo.
Es en ese momento donde todo ES.
Pero yo quiero correr… quiero correr cuando tengo miedo, cuando temo por mi vida…pero ni aun así, puedo correr todo lo que quisiera.
Cuando pasa ese miedo, me doy cuenta que ni ante el fusil de un cazador ni ante los depredadores, tengo en la velocidad de mis piernas el destino.
Por eso, cuando vuelvo a tener miedo, corro todo lo que puedo, pero sin temor a lo que pase. Si me alcanza la bala o las fauces de los depredadores, sabré que ha sido suficiente mi tiempo en este planeta. Y por eso, antes de que llegue ese momento, quiero decirle al miedo, que aunque esté presente, no lo temo, y quiero aprovechar mi estancia aquí en sentir los latidos de Madre tierra lo máximo que pueda, pues en ellos encuentro paz, y me siento libre de miedos.
Ella es como una madre no carnal, que con la energía de sus latidos me da mensajes, y me ayuda a cumplir mi misión. Porque solo yo sé cuál es esa misión, ningún humano la sabe. Y para mi es tan importante tener presente mi misión como debería serlo para ti. Y Madre tierra me ayuda con los mensajes incluidos en los latidos de su corazón. Hay que saber escucharla. Mientras los humanos estéis desconectados de la naturaleza, os perderéis maravillosos mensajes que la naturaleza os está ofreciendo a diario.
Prueba a sentir el latido, y empieza a dejar de temer al miedo, a encontrar tu paz.
Ahí está toda la sabiduría del Ser.
Gracias por escucharme.
Gracias a ti elefante por hablarnos.
Volver a Cuentos de animales para humanos